Existen muchos métodos para producir H2 pero este es uno de los más sencillos y con los reactivos más fáciles de encontrar.

El primer paso es preparar la disolución de hidróxido de sodio, que es una reacción exotérmica, por lo que se tiene que llevar a cabo en un recipiente de vidrio pyrex, en este caso utilizaremos tubos de ensayo. Después sumergimos un pedazo de papel de aluminio en esta solución produciendo una reacción instantánea. Posteriormente ponemos un septum con una aguja para que pueda pasar el H2 a través del agujero y no explote, y será esta aguja la que prendamos con un mechero obteniendo así nuestra vela química.

Las bases fuertes atacan al aluminio. El hidróxido de sodio reacciona con el aluminio y el agua para producir una sal de sodio de color oscuro, liberando gas hidrógeno. El aluminio elimina el átomo de oxígeno del hidróxido de sodio, que a su vez elimina el átomo de oxígeno del agua y libera los dos átomos de hidrógeno. En esta reacción, el hidróxido de sodio actúa como agente para alcalinizar la solución en la que se puede disolver el aluminio.

2 Al + 2 NaOH + 6 H2O → 2 NaAl(OH)4 + 3 H2